Poniendo siempre como ejemplo a Jesucristo, el Padre Ángel Espinosa de los Monteros resalta que Él en la hora de su muerte pidió a su Padre: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”. Hermosa prueba de amor de Jesucristo hacia nosotros.
Y el siendo hijo de Nuestro creador nos perdono esas ofensas, quienes somos nosotros para no perdonar a nuestros hermanos.
¿Qué sería del mundo sin el Perdón?
El mundo no sería nada, sería un lugar lleno de rencor, de ira, de odio y desolación.
Y nos recordó que no es bueno permanecer en el pasado, que aunque existan momentos difíciles en nuestras vidas, debemos superarlas para salir adelante. Y con esto no quiere decir que el Perdonar es olvidar, al contrario, perdono porque quiero liberarme de esa carga, necesitamos estar en Paz pero eso no quiere decir que las consecuencias de los malos actos no se paguen.
Siempre debemos recordar que los obstáculos que impiden el perdón son: la ira, la soberbia, el rencor y el orgullo.
En nuestras vidas hay muchas situaciones que marcan un antes y un después pero siempre debemos de tener presente que para Dios no hay nada oculto y que en esta tierra existe una justicia divina y que en cualquier determinado tiempo vamos a recibir lo que merecemos.
Si cada uno de nosotros quiere ser Feliz, debemos aprender a Perdonar de Corazón a todos los que nos han ofendido, porque el Perdonar es estar en Paz con Dios y con uno mismo.
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